VER, PENSAR , ACTUAR por vosotros mismos.

Estar atentos, abrir bien los ojos, enteraos de lo que pasa, de lo que está pasando.
Informaos,…y formar vuestra propia opinión, vuestra valoración.
VER, PENSAR , ACTUAR por vosotros mismos.







http://democraciarealya.es/
http://www.spanishrevolution.es/
http://www.soltv.tv/
... y decenas más... Buscarlas, encontrarlas vosotros mismos



En mayo de 2010, en un artículo de M. CAÑADA, se podía leer:


Ingenuos, pensamos que la crisis sería el abreojos, la oportunidad para acabar con el encantamiento y sin embargo se adensó la ceguera y el miedo. Los que mandan han comprobado que enfrente apenas hay nada; por eso aprietan el acelerador, por eso no pararán hasta que la rabia de las gentes despierte.

El artículo se llamaba Esperando a los bárbaros, rememorando un poema de K. KAVAFIS, poeta griego del siglo XX, y comenzaba con los primeros versos del poema

¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan.


El poema termina con los siguientes versos:

¿Por qué de pronto esa inquietud
y movimiento? (Cuánta gravedad en los rostros.)
¿Por qué vacía la multitud calles y plazas,
y sombría regresa a sus moradas?

Porque la noche cae y no llegan los bárbaros.
Y gente venida desde la frontera
afirma que ya no hay bárbaros.

¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?
Quizá ellos fueran una solución después de todo.

Pero ahora, bien al contrario, la multitud no vacía las calles, las plazas, las toma, las llena; se resiste a regresar a sus casas; permanece, sigue en las plazas.
Quizás sigan presentes la ceguera y el miedo pero ahora también han aparecido la indignación y la determinación. Hay que sumar sosiego firme y reflexión para que no se desemboque en el fanatismo.
Quizás los que mandan (quiénes sean) ya observen que enfrente sí hay alguien.
Quizás los bárbaros podrían ser la solución. Y quizás, sí los hay, pero acaso somos nosotros mismos, podemos ser nosotros mismos

Puede ser el momento… puede ser una buena dirección…
Que lo sea o no lo sea dependerá de…

VER, PENSAR , ACTUAR por vosotros mismos

Lo que arrastra el viento. PRIMAVERA

OBRAS MAESTRAS. Imprescindibles,oiga





De una etapa del concurso...






LAOCOONTE Y SUS HIJOS



Una obra del periodo helenístico, realizada alrededor de los años 50 del siglo I d.C. por tres autores de la escuela de Rodas: Agesandro, Polidoro y Atenodoro.

La obra original era de bronce y ésta, la que se conserva actualmente, es una reconstrucción en mármol.
Se encuentra en el Museo Vaticano.



Laocconte y Sus Hijos


15ª , y última, ETAPA

Al fin, el final;
y siendo el final no puede ser otra cosa que…
el fin, el final.












TAREA: Encontrar finalmente lo que buscamos; en realidad la palabra que falta en la inscripción de la foto.






PUNTUACIONES:
• Primera respuesta correcta: 25 puntos.
• Resto de respuestas: 20 puntos





PLAZO:
• Hasta miércoles, 1 de junio, 20:00 horas.

Pero, que, puesto que es una despedida, tiene que ser buena.
AÚN HAY MÁS.
Atentos: ¡¡QUE ESTO SIGUE!! (aquí abajo mismo)



ANEXO 15ª etapa









PARA TERMINAR ADECUADAMENTE UN CONCURSO DE BÚSQUEDAS Y EXPLORACIONES:

En el anexo anterior, aparecen 22 referencias de nuestra búsqueda general.

• Por cada referencia perfectamente identificada, justificada y debidamente documentada: 10 puntos
• El primer explorador en identificar cada una de esas referencias: 2 puntos extra



¡Eh! Que no son 22 referencias… que hay UNA MÁS: ¿no nos habremos olvidado de la foto del principio, la foto donde aparecía la inscripción con la palabra que faltaba?
¿verdad que no?

Una nueva TAREA, y ésta sí que es la última:
• Localizar e identificar el lugar exacto donde se encuentra.

Y teniendo en cuenta tres hechos:
• Que el mejor modo de demostrar que se ha encontrado un lugar concreto, precisamente ese lugar en cuestión y no otro parecido, es llegar a él,
• Que el mejor modo de demostrar que se ha encontrado y se ha llegado a un lugar determinado es presentar una foto,
• Que el lugar que buscamos está en nuestra comarca (una vez más dentro de un radio de 15 kilómetros del IES Río Júcar),



Esa localización e identificación del lugar de la fotografía tendrá que ir acompañada de FOTO DEMOSTRATIVA de haber estado allí.

Con estas PUNTUACIONES añadidas para esta última (que sí, que de verdad, que es la última, la última tarea de la última etapa) labor:
• Primera identificación-localización correcta CON foto demostrativa: 50 puntos
• Primera identificación-localización correcta SIN foto demostrativa: 25 puntos
• Respuestas segunda- quinta CON foto: 30 puntos
• Respuestas segunda- quinta SIN foto: 15 puntos
• Respuestas sexta – décima CON foto: 20 puntos
• Respuestas sexta – décima SIN foto: 10 puntos
• Resto respuestas CON foto: 10 puntos
• Resto respuestas SIN foto: 5 puntos



ESTO SÍ QUE ES UN BUEN PUNTO Y FINAL PARA UN CONCURSO (¿o será más bien un punto y aparte? ¿o un punto y seguido?...)
Solo recordar el final del plazo: miércoles, 1 de junio, 20:00 horas.

14ª ETAPA/... y 5



¿Seréis capaces de recomponer unos trozos, de ensamblar unas piezas, de remendar unos fragmentos rotos y dispersos? Vamos a verlo; vamos a ir viéndolo.


PUZLE


Lo que buscamos, en esta ocasión, se nos da descompuesto, fraccionado, desestructurado, roto en definitiva, como si de un puzle se tratara.



Y por fin, las últimas piezas, el puzle completo… solo falta armarlo, componerlo.
Ahí van:

10ª PIEZA:
Pasaron siglos hasta que se descubrió su brazo derecho

11ª PIEZA:
Desde su origen se creía que salió de un único bloque. Pero era demasiada gente para que esto fuera posible.

12ª PIEZA:
Dos caras; o más bien, un rostro y una cabeza.




TAREA: ¿Está clara, no?: Encontrar lo que buscamos.
Y ahora ya, solo vale la respuesta correcta.

PUNTUACIONES:
Desde ahora mismo, primera respuesta correcta: 15 puntos.
Segunda- quinta respuestas correctas: 10 puntos.
Resto respuestas: 5 puntos

PLAZO:
Hasta miércoles, 18 de mayo, 20:00 horas.

NOTA: ese mismo día a esa misma hora,

COMIENZO DE LA ÚLTIMA ETAPA DEL CONCURSO…
¡¡¡¡¡TODO LLEGA A SU FIN!!!!!!

¿CUÁNTA TIERRA NECESITA UN HOMBRE?

Érase una vez un campesino llamado Pahom, que había trabajado dura y honestamente para su familia, pero que no tenía tierras propias, así que siempre permanecía en la pobreza. "Ocupados como estamos desde la niñez trabajando la madre tierra -pensaba a menudo- los campesinos siempre debemos morir como vivimos, sin nada propio. Las cosas serían diferentes si tuviéramos nuestra propia tierra."

Ahora bien, cerca de la aldea de Pahom vivía una dama, una pequeña terrateniente, que poseía una finca de ciento cincuenta hectáreas. Un invierno se difundió la noticia de que esta dama iba a vender sus tierras. Pahom oyó que un vecino suyo compraría veinticinco hectáreas y que la dama había consentido en aceptar la mitad en efectivo y esperar un año por la otra mitad.
"Qué te parece -pensó Pahom- Esa tierra se vende, y yo no obtendré nada."
Así que decidió hablar con su esposa.
Otras personas están comprando, y nosotros también debemos comprar unas diez hectáreas. La vida se vuelve imposible sin poseer tierras propias.
Se pusieron a pensar y calcularon cuánto podrían comprar. Tenían ahorrados cien rublos. Vendieron un potrillo y la mitad de sus abejas; contrataron a uno de sus hijos como peón y pidieron anticipos sobre la paga. Pidieron prestado el resto a un cuñado, y así juntaron la mitad del dinero de la compra. Después de eso, Pahom escogió una parcela de veinte hectáreas, donde había bosques, fue a ver a la dama e hizo la compra.
Así que ahora Pahom tenía su propia tierra. Pidió semilla prestada, y la sembró, y obtuvo una buena cosecha. Al cabo de un año había logrado saldar sus deudas con la dama y su cuñado. Así se convirtió en terrateniente, y talaba sus propios árboles, y alimentaba su ganado en sus propios pastos. Cuando salía a arar los campos, o a mirar sus mieses o sus prados, el corazón se le llenaba de alegría. La hierba que crecía allí y las flores que florecían allí le parecían diferentes de las de otras partes. Antes, cuando cruzaba esa tierra, le parecía igual a cualquier otra, pero ahora le parecía muy distinta.


Un día Pahom estaba sentado en su casa cuando un viajero se detuvo ante su casa. Pahom le preguntó de dónde venía, y el forastero respondió que venía de allende el Volga, donde había estado trabajando. Una palabra llevó a la otra, y el hombre comentó que había muchas tierras en venta por allá, y que muchos estaban viajando para comprarlas. Las tierras eran tan fértiles, aseguró, que el centeno era alto como un caballo, y tan tupido que cinco cortes de guadaña formaban una avilla. Comentó que un campesino había trabajado sólo con sus manos, y ahora tenía seis caballos y dos vacas.
El corazón de Pahom se colmó de anhelo.
"¿Por qué he de sufrir en este agujero -pensó- si se vive tan bien en otras partes? Venderé mi tierra y mi finca, y con el dinero comenzaré allá de nuevo y tendré todo nuevo".
Pahom vendió su tierra, su casa y su ganado, con buenas ganancias, y se mudó con su familia a su nueva propiedad. Todo lo que había dicho el campesino era cierto, y Pahom estaba en mucha mejor posición que antes. Compró muchas tierras arables y pasturas, y pudo tener las cabezas de ganado que deseaba.
Al principio, en el ajetreo de la mudanza y la construcción, Pahom se sentía complacido, pero cuando se habituó comenzó a pensar que tampoco aquí estaba satisfecho. Quería sembrar más trigo, pero no tenía tierras suficientes para ello, así que arrendó más tierras por tres años. Fueron buenas temporadas y hubo buenas cosechas, así que Pahom ahorró dinero. Podría haber seguido viviendo cómodamente, pero se cansó de arrendar tierras ajenas todos los años, y de sufrir privaciones para ahorrar el dinero.
"Si todas estas tierras fueran mías -pensó-, sería independiente y no sufriría estas incomodidades."


Un día un vendedor de bienes raíces que pasaba le comentó que acababa de regresar de la lejana tierra de los bashkirs, donde había comprado seiscientas hectáreas por sólo mil rublos.
Sólo debes hacerte amigo de los jefes -dijo- Yo regalé como cien rublos en vestidos y alfombras, además de una caja de té, y di vino a quienes lo bebían, y obtuve la tierra por una bicoca.
"Vaya -pensó Pahom-, allá puedo tener diez veces más tierras de las que poseo. Debo probar suerte."
Pahom encomendó a su familia el cuidado de la finca y emprendió el viaje, llevando consigo a su criado. Pararon en una ciudad y compraron una caja de té, vino y otros regalos, como el vendedor les había aconsejado. Continuaron viaje hasta recorrer más de quinientos kilómetros, y el séptimo día llegaron a un lugar donde los bashkirs habían instalado sus tiendas.
En cuanto vieron a Pahom, salieron de las tiendas y se reunieron en torno al visitante. Le dieron té y kurniss, y sacrificaron una oveja y le dieron de comer. Pahom sacó presentes de su carromato y los distribuyó, y les dijo que venía en busca de tierras. Los bashkirs parecieron muy satisfechos y le dijeron que debía hablar con el jefe. Lo mandaron a buscar y le explicaron a qué había ido Pahom.
El jefe escuchó un rato, pidió silencio con un gesto y le dijo a Pahom:
De acuerdo. Escoge la tierra que te plazca. Tenemos tierras en abundancia.
¿Y cuál será el precio?
-preguntó Pahom.
Nuestro precio es siempre el mismo: mil rublos por día. Pahom no comprendió.
¿Un día? ¿Qué medida es ésa? ¿Cuántas hectáreas son?
No sabemos calcularlo
-dijo el jefe-. La vendemos por día. Todo lo que puedas recorrer a pie en un día es tuyo, y el precio es mil rublos por día. Pahom quedó sorprendido.
Pero en un día se puede recorrer una vasta extensión de tierra -dijo. El jefe se echó a reír.
¡Será toda tuya! Pero con una condición. Si no regresas el mismo día al lugar donde comenzaste, pierdes el dinero.
¿Pero cómo debo señalar el camino que he seguido?
Iremos a cualquier lugar que gustes, y nos quedaremos allí. Puedes comenzar desde ese sitio y emprender tu viaje, llevando una azada contigo. Donde lo consideres necesario, deja una marca. En cada giro, cava un pozo y apila la tierra; luego iremos con un arado de pozo en pozo. Puedes hacer el recorrido que desees, pero antes que se ponga el sol debes regresar al sitio de donde partiste. Toda la tierra que cubras será tuya.


Pahom estaba alborozado. Decidió comenzar por la mañana. Charlaron, bebieron más kurniss, comieron más oveja y bebieron más té, y así llegó la noche. Le dieron a Pahom una cama de edredón, y los bashkirs se dispersaron, prometiendo reunirse a la mañana siguiente al romper el alba y viajar al punto convenido antes del amanecer. Pahom se quedó acostado, pero no pudo dormirse. No dejaba de pensar en su tierra.
"¡Qué gran extensión marcaré! -pensó-. Puedo andar fácilmente cincuenta kilómetros por día. Los días ahora son largos, y un recorrido de cincuenta kilómetros representará gran cantidad de tierra. Venderé las tierras más áridas, o las dejaré a los campesinos, pero yo escogeré la mejor y la trabajaré. Compraré dos yuntas de bueyes y contrataré dos peones más. Unas noventa hectáreas destinaré a la siembra y en el resto criaré ganado."
Por la puerta abierta vio que estaba rompiendo el alba.
Es hora de despertarlos -se dijo-. Debemos ponernos en marcha. Se levantó, despertó al criado (que dormía en el carromato), le ordenó uncir los caballos y fue a despertar a los bashkirs.
Es hora de ir a la estepa para medir las tierras -dijo.
Los bashkirs se levantaron y se reunieron, y también acudió el jefe. Se pusieron a beber más kurniss, y ofrecieron a Pahom un poco de té, pero él no quería esperar.
Si hemos de ir, vayamos de una vez. Ya es hora.
Los bashkirs se prepararon y todos se pusieron en marcha, algunos a caballo, otros en carros. Pahom iba en su carromato con el criado, y llevaba una azada. Cuando llegaron a la estepa, el cielo de la mañana estaba rojo. Subieron una loma y, apeándose de carros y caballos, se reunieron en un sitio. El jefe se acercó a Pahom y extendió el brazo hacia la planicie.
Todo esto, hasta donde llega la mirada, es nuestro. Puedes tomar lo que gustes.
A Pahom le relucieron los ojos, pues era toda tierra virgen, chata como la palma de la mano y negra como semilla de amapola, y en las hondonadas crecían altos pastizales.
El jefe se quitó la gorra de piel de zorro, la apoyó en el suelo y dijo:
Ésta será la marca. Empieza aquí y regresa aquí. Toda la tierra que rodees será tuya.

Pahom sacó el dinero y lo puso en la gorra. Luego se quitó el abrigo, quedándose con su chaquetón sin mangas. Se aflojó el cinturón y lo sujetó con fuerza bajo el vientre, se puso un costal de pan en el pecho del jubón y, atando una botella de agua al cinturón, se subió la caña de las botas, empuñó la azada y se dispuso a partir. Tardó un instante en decidir el rumbo. Todas las direcciones eran tentadoras.
No importa -dijo al fin-. Iré hacia el sol naciente.
Se volvió hacia el este, se desperezó y aguardó a que el sol asomara sobre el horizonte.
"No debo perder tiempo -pensó-, pues es más fácil caminar mientras todavía está fresco."
Los rayos del sol no acababan de chispear sobre el horizonte cuando Pahom, azada al hombro, se internó en la estepa.
Pahom caminaba a paso moderado. Tras avanzar mil metros se detuvo, cavó un pozo y apiló terrones de hierba para hacerlo más visible. Luego continuó, y ahora que había vencido el entumecimiento apuró el paso. Al cabo de un rato cavó otro pozo.
Miró hacia atrás. La loma se veía claramente a la luz del sol, con la gente encima, y las relucientes llantas de las ruedas del carromato. Pahom calculó que había caminado cinco kilómetros. Estaba más cálido; se quitó el chaquetón, se lo echó al hombro y continuó la marcha. Ahora hacía más calor; miró el sol; era hora de pensar en el desayuno.
He recorrido el primer tramo, pero hay cuatro en un día, y todavía es demasiado pronto para virar. Pero me quitaré las botas -se dijo. Se sentó, se quitó las botas, se las metió en el cinturón y reanudó la marcha. Ahora caminaba con soltura.
"Seguiré otros cinco kilómetros -pensó-, y luego giraré a la izquierda. Este lugar es tan promisorio que sería una pena perderlo. Cuanto más avanzo, mejor parece la tierra."
Siguió derecho por un tiempo, y cuando miró en torno, la loma era apenas visible y las personas parecían hormigas, y apenas se veía un destello bajo el sol.
"Ah -pensó Pahom-, he avanzado bastante en esta dirección, es hora de girar. Además estoy sudando, y muy sediento."
Se detuvo, cavó un gran pozo y apiló hierba. Bebió un sorbo de agua y giró a la izquierda. Continuó la marcha, y la hierba era alta, y hacía mucho calor.
Pahom comenzó a cansarse. Miró el sol y vio que era mediodía. "Bien -pensó-, debo descansar."
Se sentó, comió pan y bebió agua, pero no se acostó, temiendo quedarse dormido. Después de estar un rato sentado, siguió andando. Al principio caminaba sin dificultad, y sentía sueño, pero continuó, pensando: "Una hora de sufrimiento, una vida para disfrutarlo". Avanzó un largo trecho en esa dirección, y ya iba a girar de nuevo a la izquierda cuando vio un fecundo valle. "Sería una pena excluir ese terreno -pensó-. El lino crecería bien aquí.". Así que rodeó el valle y cavó un pozo del otro lado antes de girar. Pahom miró hacia la loma. El aire estaba brumoso y trémulo con el calor, y a través de la bruma apenas se veía a la gente de la loma.
"¡Ah! -pensó Pahom-. Los lados son demasiado largos. Este debe ser más corto." Y siguió a lo largo del tercer lado, apurando el paso. Miró el sol. Estaba a mitad de camino del horizonte, y Pahom aún no había recorrido tres kilómetros del tercer lado del cuadrado. Aún estaba a quince kilómetros de su meta.
"No -pensó-, aunque mis tierras queden irregulares, ahora debo volver en línea recta. Podría alejarme demasiado, y ya tengo gran cantidad de tierra.".
Pahom cavó un pozo de prisa.
Echó a andar hacia la loma, pero con dificultad. Estaba agotado por el calor, tenía cortes y magulladuras en los pies descalzos, le flaqueaban las piernas. Ansiaba descansar, pero era imposible si deseaba llegar antes del poniente. El sol no espera a nadie, y se hundía cada vez más.
"Cielos -pensó-, si no hubiera cometido el error de querer demasiado. ¿Qué pasará si llego tarde?"

Miró hacia la loma y hacia el sol. Aún estaba lejos de su meta, y el sol se aproximaba al horizonte.
Pahom siguió caminando, con mucha dificultad, pero cada vez más rápido. Apuró el paso, pero todavía estaba lejos del lugar. Echó a correr, arrojó la chaqueta, las botas, la botella y la gorra, y conservó sólo la azada que usaba como bastón.
"Ay de mí. He deseado mucho, y lo eché todo a perder. Tengo que llegar antes de que se ponga el sol."
El temor le quitaba el aliento. Pahom siguió corriendo, y la camisa y los pantalones empapados se le pegaban a la piel, y tenía la boca reseca. Su pecho jadeaba como un fuelle, su corazón batía como un martillo, sus piernas cedían como si no le pertenecieran. Pahom estaba abrumado por el terror de morir de agotamiento.
Aunque temía la muerte, no podía detenerse. "Después que he corrido tanto, me considerarán un tonto si me detengo ahora", pensó. Y siguió corriendo, y al acercarse oyó que los bashkirs gritaban y aullaban, y esos gritos le inflamaron aún más el corazón. Juntó sus últimas fuerzas y siguió corriendo.
El hinchado y brumoso sol casi rozaba el horizonte, rojo como la sangre. Estaba muy bajo, pero Pahom estaba muy cerca de su meta. Podía ver a la gente de la loma, agitando los brazos para que se diera prisa. Veía la gorra de piel de zorro en el suelo, y el dinero, y al jefe sentado en el suelo, riendo a carcajadas.
"Hay tierras en abundancia -pensó-, ¿pero me dejará Dios vivir en ellas? ¡He perdido la vida, he perdido la vida! ¡Nunca llegaré a ese lugar!" Pahom miró el sol, que ya desaparecía, ya era devorado. Con el resto de sus fuerzas apuró el paso, encorvando el cuerpo de tal modo que sus piernas apenas podían sostenerlo. Cuando llegó a la loma, de pronto oscureció. Miró el cielo. ¡El sol se había puesto! Pahom dio un alarido.
"Todo mi esfuerzo ha sido en vano", pensó, y ya iba a detenerse, pero oyó que los bashkirs aún gritaban, y recordó que aunque para él, desde abajo, parecía que el sol se había puesto, desde la loma aún podían verlo. Aspiró una buena bocanada de aire y corrió cuesta arriba. Allí aún había luz. Llegó a la cima y vio la gorra. Delante de ella el jefe se reía a carcajadas. Pahom soltó un grito. Se le aflojaron las piernas, cayó de bruces y tomó la gorra con las manos.


¡Vaya, qué sujeto tan admirable! -exclamó el jefe-. ¡Ha ganado muchas tierras!
El criado de Pahom se acercó corriendo y trató de levantarlo, pero vio que le salía sangre de la boca. ¡Pahom estaba muerto!
Los pakshirs chasquearon la lengua para demostrar su piedad.
Su criado empuñó la azada y cavó una tumba para Pahom, y allí lo sepultó. Dos metros de la cabeza a los pies era todo lo que necesitaba.


L. TOLSTOI, Cuánta tierra necesita un hombre


14ª ETAPA/ 4 y...

¿Seréis capaces de recomponer unos trozos, de ensamblar unas piezas, de remendar unos fragmentos rotos y dispersos? Vamos a verlo; vamos a ir viéndolo.





PUZLE





Lo que buscamos, en esta ocasión, se nos da descompuesto, fraccionado, desestructurado, roto en definitiva, como si de un puzle se tratara

Penúltimas piezas; en esta ocasión, tres.

7ª PIEZA:
Difícil, muy difícil encontrar una mayor, y mejor, manifestación del sufrimiento y la impotencia humanos.

Podría ser, entonces…

Este CRISTO del retablo de Isenheim pintado excepcionalmente por M. Grünewald en 1512; o cualquier AFICIONADO del At. Madrid tras la finalización de los (algunos, muchos, casi todos, prácticamente todos) partidos de su equipo.



SÍ, podrían ser ellos, cualquiera de ellos; pero no lo es ninguno.



8ª PIEZA:
Experto en descubrir trampas

Podría ser, entonces…

Un PASTOR ALEMÁN, perro especialista, inmejorable localizador de explosivos; o cualquier PROFESOR, capaz de detectar chuletas infaliblemente con solo mirar a la cara al alumno…

SÍ, podrían ser ellos, cualquiera de ellos; pero no lo es ninguno.

9ª PIEZA:
Se recuerda mucho un problema con su brazo

Podría ser, entonces…

CERVANTES, y su accidente bélico en Lepanto; o PEPE, el futbolista del R. Madrid, tras la consecución del gol que le daría a su equipo la Copa del Rey; o CHUACHENEGUER (¿se escribe así, no?) que como Termineitor fue perdiendo varios a lo largo de la película (prescindible completamente, oiga)

SÍ, podrían ser ellos, cualquiera de ellos; pero no lo es ninguno.


TAREA: ¿Está clara, no?: Encontrar lo que buscamos.
Por cada pieza que aparezca del puzle, se permiten dos respuestas a todo explorador-aventurero-concursante.
Las respuestas tienen que ir debidamente documentadas y justificadas

PUNTUACIONES:
• Acertar en este momento, cuando ya contamos con una colección amplia de piezas ya, el objeto de búsqueda: 30 puntos.
• Primera respuesta para cada una de las nuevas piezas-pistas, aun no dando la respuesta correcta pero estando debida y correctamente documentada: 10 puntos
• Resto de respuestas documentadas correctamente: 5 puntos.

ÚLTIMAS PIEZAS, el domingo 15 de mayo, y por tanto, PLAZO para las respuestas de la tercera y cuarta piezas, ése mismo, hasta 15 de mayo, 10:00 horas.

Las tempestades, quizás nadie pueda detenerlas, pero alguien tiene que avisar de ellas, prevenirnos de que llegan, alertar de la desolación que provocan, vigilarlas. Alguien tiene que permanecer despierto cuando todos están dormidos (de EL LIBRO DE VISITAS) .



¿HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR EL SER HUMANO?







Este nuevo mundo que la ciencia nos ha descubierto es enorme pero frío. En ninguna parte hay nada en que el deseo humano de calor y protección, de familiaridad, pueda encontrar consuelo y, por eso, los defensores de los sistemas antiguos de pensamiento se quejan del materialismo y dicen que la ciencia está olvidando los valores espirituales. Los que hablan de este modo están obligados a olvidar lo que el mito ha hecho por la humanidad: largos periodos de sacrificios humanos, de ritos crueles, de hombres quemados vivos y de castigos para aquellos que buscaban el conocimiento. Tienen que olvidar la crueldad que los hombres han atribuido a sus dioses, al hacer a sus dioses a imagen y semejanza suya. Tienen que olvidar el infierno y el temor al infierno y la bochornosa utilización que se ha hecho de éstos para la dominación de los hombres. Tienen que olvidar la angustia con que el temor ha oprimido al espíritu humano durante muchos siglos. Tienen que olvidar que toda la crueldad que se ha depurado del mundo del mito se ha hecho en respuesta forzada ante la ciencia. El conocimiento ha sido el liberador al destruir las justificaciones míticas de la crueldad.(...)
La ciencia ha entrado ahora en un nuevo reino de destrucción que amenaza con cosas peores que las que alguna vez surgieron de la superstición más tenebrosa. El peligro es real y ningún hombre cuerdo lo minimizará.




B. RUSSELL, Mito y magia (1953)




nuevo reino de destrucción ruseell

La responsabilidad de la ciencia, de los científicos
Me He Convertido en Muerte


Un ex-nazi intenta relata que durante el programa de exterminación de los inválidos y enfermos mentales del régimen nazi, llamado Eutanasis o T-4, a los enfermos, seleccionados mediante disposiciones legales, los recibían en el edificio enfermeras profesionales que registraban la entrada y los desnudaban; unos médicos los examinaban y los llevaban a un cuarto cerrado; un operario abría el gas; otros, limpiaban; un policía extendía el certificado de defunción. Cuando después de la Guerra los interrogaron, todos dijeron: ¿culpable yo?. La enfermera no mató a nadie, se limitó a desnudar y a tranquilizar a unos enfermos, gestos habituales en la profesión. El médico tampoco lo hizo; sencillamente confirmó un diagnóstico, ateniéndose a criterios fijados por otras instancias. El peón que abrió la llave del gas realizó una operación técnica bajo el control de sus superiores y de los médicos. Los obreros que vaciaban el cuarto desempeñaban una tarea de saneamiento. El policía seguía el procedimiento reglamentario, dejando constancia de que el fallecimiento se producía sin vulnerar las leyes vigentes. ¿Quién es culpable, pues? Nadie es culpable.
J. . LITELL , Las benévolas



Hasta dónde llega la responsabilidad




Cuando apelamos al aparato del que creemos ser meramente una pieza inconsciente y consideramos totalmente justificada la frase: “Nosotros sólo hicimos lo que hicieron los demás”, cancelamos la libertad de la decisión moral y la libertad de la conciencia, convertimos la palabra “libre” de la expresión “el mundo libre” en el término más vacío e hipócrita. Temo que no hayamos sabido evitar este riesgo. La grandeza de Eatherly consiste precisamente en haber tenido la valentía de dar la vuelta al argumento, con lo que se ha sustraido a la perversión moral dominante. Eatherly proclama: aquello en lo que yo sólo he participado es también algo que yo he hecho; objeto de mi responsabilidad no son solamente mis actos individuales, sino todos “los actos en los que he participado”; la pregunta de nuestra conciencia no es solamente “¿Qué debemos hacer?”, sino también: “¿En qué y hasta qué punto debemos participar?”. (...) Comportarse de forma irreprochable en la vida privada no es gran cosas, pues en esta esfera la costumbre suele sustituir a la conciencia. Es para enfrentarse al sutil terror de la participación para lo que se requiere una auténtica autonomía moral y un verdadero valor cívico. (...) Normalmente el aparato exime a todos –incluso a quienes lo dirigen y a sus propietarios- de toda responsabilidad, de modo que al final nadie asume responsabilidad alguna, y lo único que queda es la tierra carbonizada de las víctimas y la radiante buena conciencia de los necios.

G. ANDERS, Carta abierta al Presidente de los EE.UU.,
J. F. Kennedy,
13 de enero de 1961






Lo que arrastra el viento. AVISADORES DEL FUEGO

OBRAS MAESTRAS. Imprescindibles,oiga




PRIMO LEVI, Trilogía de Auschwitz

«Tuve la suerte de no ser deportado a Auschwitz hasta 1944, y después de que el gobierno alemán hubiera decidido, a causa de la escasez creciente de mano de obra, prolongar la vida media de los prisioneros que iba a eliminar». Así comienza Si esto es un hombre, libro que inaugura la trilogía que Primo Levi dedicó a los campos de exterminio. Crónica del horror cotidiano, el libro describe en el lenguaje mesurado y sobrio del testigo la espera de la nada, la privación cotidiana, el olvido de la condición humana de los prisioneros. Completan la Trilogía de Auschwitz dos obras posteriores: La tregua (1963), relato picaresco de las tribulaciones de un grupo de italianos, liberados de los campos nazis, que recorren durante meses los caminos de Europa central en compañía del Ejército Rojo, y Los hundidos y los salvados (1986), un ensayo en el que Primo Levi trata de comprender, a partir del ejemplo de los campos nazis, las condiciones y circunstancias que permiten la degradación del ser humano. (resumen de la obra, casadellibro.es)



Primo Levi reconoce una autoridad al testigo a la hora de enunciar la verdad en cualquier orden que sea. ¿De dónde le viene ese autoridad ?. No desde luego de que sepa más, ni de que sea mejor, sino sencillamente de que ha experimentado el lado oculto de la realidad, ese lado al que hasta ahora nadie daba importancia porque pensábamos que era una parte natural, inevitable e ineludible de la realidad: el sufrimiento. Un historiador del arte, un arqueólogo puede contar maravillas sobre las pirámides de Egipto. Valorará su novedad, el genio que la creó, los logros en técnica y arte que supuso su creación, pero sólo quien acarreó las piedras y levantó los sillares y vio cómo morían de agotamiento los que allí trabajaban, sólo ese tendrá la llave de la verdad de las pirámides.
(…) Levi pone un tope a la calidad de su testimonio. No puede desvelar toda la verdad, todo el horror vivido, porque ese es el secreto de los que han bajado al infierno y no han vuelto. Pero lo que dicen es vital para comprende lo que allí ocurrió y también para hacer elocuente el silencio de los que no pueden hablar.
(…) En el odio nazi no hay racionalidad: es un odio que no está en nosotros, está fuera del hombre, es un fruto venenoso nacido del tronco funesto del fascismo, pero está fuera y más allá del propio fascismo. No podemos comprenderlo, pero podemos y debemos conocer (él dice comprender) dónde nace y estar en guardia. Si comprender es imposible, conocer es necesario, porque lo sucedido puede volver a suceder, las conciencias pueden ser seducidas y obnubiladas de nuevo: las nuestras también” (Levi, 1987, 208).
No podemos comprenderlo porque eso sería como justificarlo, pero debemos conocerlo. ¿Qué está queriendo decir?. Entiende por “comprender” aducir causas que expliquen adecuadamente lo ocurrido o, más exactamente, que la explicación que demos del proyecto nazi detecte una causa final capaz de convencernos de que para conseguir ese objetivo había que poner en marcha toda esa fábrica de muerte. (…)Pero que no podamos comprenderlo no significa que no podamos y debamos hablar de ello. Podemos conocer cómo ocurrió y sacar consecuencias muy ilustrativas “para un estudio sereno de algunos aspectos del alma humana”, como dice Levi (Levi, 1987)
Hubo, efectivamente, sagaces “avisadores del fuego” que supieron leer en su tiempo la catástrofe que se avecinaba, pero ni siquiera ellos pudieron pensar lo que ocurrió. Lo que ocurrió fue impensado e impensable y cuando lo impensable ocurre se convierte en lo que da que pensar. Auschwitz es un laboratorio del mal y su importancia consiste en que ahí podemos descubrir aspectos del mal que actúan en otras muchas circunstancias pero disimuladamente. (REYES MATE, Primo levi, el testigo, artículo publicado en el Instituto de Filosofía del Centro Superior de Investigaciones Científicas)


Desde aquí puedes acceder al artículo completo y a un apéndice de la primera de las obras escrito por el mismo Levi en 1976. Lo tenemos en PARA SABER aún MÁS.


Y además, Si esto es un hombre, la obra completa en este enlace:



Y una cosa más: una pintora española, Sofía GANDARIAS, que en el año 2000 pinta la serie Primo Levi: la memoria.

Dos cuadros de esa serie, el primero y el último:




Llegada a Auschwitz














El vacío

La serie completa en su página: http://gandarias.es/sr_primolevi/primolevi_es.html

14ª ETAPA /3


¿Seréis capaces de recomponer unos trozos, de ensamblar unas piezas, de remendar unos fragmentos rotos y dispersos? Vamos a verlo; vamos a ir viéndolo.

PUZLE

Lo que buscamos, en esta ocasión, se nos da descompuesto, fraccionado, desestructurado, roto en definitiva, como si de un puzle se tratara




Otras dos piezas, otras dos pistas…

5ª PIEZA:
Su grito, dicen algunos, aún resuena; terrible, espantoso…

Podría ser, entonces…

El de PENÉLOPE CRUZ, con ese de peeeeeeeeeeeedro cuando leyó la concesión del Óscar a Pedro Almodóvar; o el de RODRIGO DE TRIANA, ¡¡¡tierra,tierra!!!, el 12 de octubre de 1492; o el ‘noooooooooooooooooo’ de Miguel REINA, portero del At. Madrid, cuando en la final de la Copa de Europa de 1974 un jugador del Bayer Múnich alemán marcó un gol casi desde su casa a falta de treinta segundos para el final de la prórroga; o éste que aparece ahí, de E. MUNCH, uno de los más célebres, justamente célebres, de la historia…

SÍ, podrían ser ellos, cualquiera de ellos; pero no lo es ninguno.


Aunque otros dicen que ese grito, al que nos referimos, nunca sonó…




6ª PIEZA:
Señala el principio del fin de una civilización

Podría ser, entonces…

HITLER y su suicidio; o ALARICO y sus bárbaros entrando en Roma; o NELSON MANDELA saliendo de la cárcel tras 27 años de reclusión; o este BESO…

SÍ, podrían ser ellos, cualquiera de ellos; pero no lo es ninguno.




TAREA: ¿Está clara, no?: Encontrar lo que buscamos.

Por cada pieza que aparezca del puzle, se permiten dos respuestas a todo explorador-aventurero-concursante.
Las respuestas tienen que ir debidamente documentadas y justificadas

PUNTUACIONES:
• Acertar en este momento, con cuatro piezas ya, el objeto de búsqueda: 40 puntos.
• Primera respuesta para cada una de las nuevas piezas-pistas, aun no dando la respuesta correcta pero estando debida y correctamente documentada: 10 puntos
• Resto de respuestas documentadas correctamente: 5 puntos.

PRÓXIMAS PIEZAS, el jueves 12 de mayo, y por tanto, PLAZO para las respuestas de la tercera y cuarta piezas, ése mismo, hasta 12 de mayo, 20:00 horas.

Y ¡¡OJO!! que ya se han dado dos respuestas correctas. Dos experimentados y osados exploradores ya han encontrado lo que buscamos. Vayamos pues acelerando y afinando la investigación.

14ª ETAPA / 2

¿Seréis capaces de recomponer unos trozos, de ensamblar unas piezas, de remendar unos fragmentos rotos y dispersos? Vamos a verlo; vamos a ir viéndolo.

PUZLE


Lo que buscamos, en esta ocasión, se nos da descompuesto, fraccionado, desestructurado, roto en definitiva, como si de un puzle se tratara

Otras dos piezas, otras dos pistas…

3ª PIEZA:
El mayor de sus problemas vino del mar

Podría ser, entonces…

Un filósofo del siglo V a.C., PROTÁGORAS, que murió ahogado en el mar. Acusado y juzgado por impiedad y condenado a muerte, decidió huir de Atenas hacia Siracusa; el barco donde huía naufragó por una tormenta. O JAPÓN, sumido en una catástrofe sin precedentes, no ya por el terremoto del 11 de marzo, sino por el tsunami posterior. O las FOCAS, que año tras año sufren el aterrador ataque de las orcas, como se puede ver aquí mismo en este enlace.


SÍ, podrían ser ellos, cualquiera de ellos; pero no lo es ninguno.


4ª PIEZA:
Estuvo envuelto en una guerra, enorme, extensa,..

Podría ser, entonces…

Por supuesto, SÓCRATES, que participó en la guerra del Peloponeso. U otro filósofo, DESCARTES, que lo hizo en la guerra de los Treinta Años. O, también un tercer filósofo, L. WITTGENSTEIN, que formó parte del ejército austro-húngaro en la Primera Guerra mundial y posteriormente se incorporó como enfermero voluntario en la Segunda.

SÍ, podrían ser ellos, cualquiera de ellos; pero no lo es ninguno.





TAREA: ¿Está clara, no?: Encontrar lo que buscamos.
Por cada pieza que aparezca del puzle, se permiten dos respuestas a todo explorador-aventurero-concursante.
Las respuestas tienen que ir debidamente documentadas y justificadas

PUNTUACIONES:
• Acertar en este momento, con cuatro piezas ya, el objeto de búsqueda: 45 puntos.
• Primera respuesta para cada una de las nuevas piezas-pistas, aun no dando la respuesta correcta pero estando debida y correctamente documentada: 10 puntos
• Resto de respuestas documentadas correctamente: 5 puntos.

PRÓXIMAS PIEZAS, el domingo 8 de mayo, y por tanto, PLAZO para las respuestas de la tercera y cuarta piezas, ése mismo, hasta 8 de mayo, 12:00 horas.

Lo que arrastra el viento. IN MEMORIAM

OBRAS MAESTRAS. Imprescindibles,oiga




De una obra enorme, dos recordatorios:







Alejandra mata a su padre y luego se quema viva. Este final trágico y desolador ocurre envuelto en misteriosas circunstancias: nadie conocía la verdadera personalidad de esa mujer, enigmática y triste; ni siquiera Martín, con el que acababa de vivir una intensa y tortuosa historia de amor, iniciada en el parque Lezama de Buenos Aires. El descubrimiento de un alucinado Informe sobre ciegos, escrito por su padre, echará luz sobre el caso. Este tenebroso análisis de un universo familiar constituye una reflexión sobre la grandeza y decadencia de la sociedad argentina y es uno de los titulos más representativos de la narrativa latinoamericana del siglo XX (De la contraportada de una edición de la obra)







Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos. Éste es uno de esos días.
Y entonces, me he puesto a escribir casi a tientas en la madrugada, con urgencia, como quien saliera a la calle a pedir ayuda ante la amenaza de un incendio, o como un barco que, a punto de desaparecer, hiciera una última y ferviente seña a un puerto que sabe cercano pero ensordecido por el ruido de la ciudad y por la cantidad de letreros que enturbian la mirada
. (Primeras líneas de la obra)







Solo recordar, para terminar, que presidió La Comisión Nacional sobre la desaparición de personas, encargada de investigar las violaciones de los derechos humanos ocurridos en Argentina durante la dictadura militar de entre los años 1976 y 1983.
La investigación concluyó con el informe NUNCA MÁS, conocido como INFORME SABATO, donde se determina que el número provisional, siempre provisional, de desaparecidos y muertos durante esa dictadura fue de 8960.