Un misterio (¿resuelto?)




Lo que parecía ser una leyenda más (hoy las llamaríamos urbanas), como que hay cocodrilos en las alcantarillas de Manhattan y de Albacete, o que Galileo dijo eso de Eppur si muove después de haber firmado el acta de su retractación, o que es posible sacar un ocho o más en Filosofía porque uno noséquién lo hizo una vez, o que el ser humano ha pisado la luna (de todo lo anterior, una única cosa parece ser cierta y confirmada) tiene, en realidad, verosimilitud, e incluso más que eso.

Se trata de, tiene que ver con, Renatius Cartesius, o René DESCARTES.

Algunos aspectos y momentos de su vida aparecen envueltos en el misterio. Pero uno de ellos se da más allá de su vida.

Los restos de Descartes reposan (quizás tengan reposo, quizás no; pero lo cierto es que se encuentran) en la iglesia parisina de Saint-Germain-des-Pres (la referencia la tenemos en una entrada anterior a ésta). Aunque en realidad, los restos, todos los restos, el cadáver completo, no. Pues su cráneo se encuentra en otro lugar, en el Museo del Hombre de la capital francesa, a unos cuantos kilómetros de la iglesia citada y del resto del cuerpo.

Y no solamente que ambos, cuerpo y cabeza-cráneo, se encuentran separados, sino que además tuvieron viajes muy distintos. Es más, el cráneo de Descartes llegó a su país natal cerca de 200 años después del cuerpo.

Ya se nos advertía en la entrada de ese enlace que la explicación de ese hecho tan insólito era otra historia. Y esa historia viene a ser más o menos como sigue. Porque el mayor misterio de la vida de Descartes está relacionado con su muerte.


En 1649, Descartes es ya un filósofo consagrado, de prestigio reconocido en las esferas intelectuales. Ha publicado su obra más célebre, el Discurso del método, y vive muy tranquilamente en la tranquila Holanda, un oasis de paz y tolerancia en medio de un océano de convulsiones y conflictos de todo tipo. Y ese año recibe una invitación procedente de Suecia y firmada por la reina.

Cristina, que cuenta 23 años, reina en Suecia desde hace 5 y lleva un tiempo empeñada en poner a su país en el mundo letrado y docto. Para ello, ha ido haciendo venir a la corte a artistas de todo tipo y ahora quiere dar más relumbrón a su iniciativa. Se ha fijado (¿encaprichado?) de un filósofo que ha conocido por la lectura de su obra y pretende ser instruida directamente por él. Por supuesto, Descartes.

Poco amigo de viajes y ajetreos, y poco interesado por la invitación, Descartes se muestra reticente, da largas; pero la insistencia de una reina es inconmovible, acostumbrada probablemente a que pocas o ninguna voluntad se le resista. Y así, en otoño de ese año, Descartes se embarca rumbo a Estocolmo.

Tras llegar e instalarse en la embajada de Francia, comienza con sus clases. Pronto, muy pronto, parece que el filósofo se convence del error de su decisión: tiene que madrugar mucho más de lo que le gustaría, la alumna está muy dispuesta pero la ve poco brillante, la vida en la corte es más que aburrida y, sobre todo y por encima de todo, el invierno, el frío glacial.

El 11 de febrero de 1650, cuando solo lleva cuatro meses en Suecia, Descartes enferma y diez días después muere. El diagnóstico, rotundo: pulmonía, muerte por pulmonía.

16 años después, el cadáver del filósofo llega a Francia tras ser reclamado por sus amigos y admiradores. Y es entonces cuando se constata que falta el cráneo. Parece ser que el encargado de exhumar el cadáver y prepararlo para el viaje, un oficial militar sueco lo sustrae y se queda con él. Y ahí comienzan una serie de casi tragicómicos avatares del cráneo cartesiano: el militar muere con grandes sumas de dinero adeudadas, los acreedores registran su casa para cobrar la deuda con lo que encontraran, pero nada encuentran salvo un cráneo, que va pasando por manos diversas con compra-ventas e incluso subastas de por medio incluidas. Finalmente, y ya en el siglo XIX, un químico sueco, en una carta dirigida a Cuvier, el biólogo y paleontólogo, el último gran defensor del creacionismo, da a conocer que posee el cráneo. Éste llega a Francia y a París y es entonces cuando, en lugar de unirlo al resto del cuerpo, se lleva al Museo del Hombre.

Hasta aquí la historia tradicionalmente admitida, los hechos comúnmente probados, dados por buenos; la historia oficial podríamos decir.
Sin embargo, desde prácticamente el mismo momento de la llegada de los restos de Descartes a Francia, circuló un rumor, como una especie de ruido soterrado, de fondo (sí; también hay mentideros filosóficos y también por allí circulan y se propagan rumores de todo tipo), una sospecha, una duda sobre esa muerte y sus causas.

Algunos datos, algunos hechos introducían esa muerte en el misterio.
Unas suposiciones, unos cabos que se atan: una figura como la de Descartes –filósofo prestigioso, extranjero, favorito de la reina, y además católico en un país oficialmente protestante- necesariamente tenía que levantar suspicacias, recelos, y cómo no, envidias en la corte sueca; pero es que, además, el propio filósofo ya tenía detrás de sí ciertos pero reales problemas de encontronazos, conflictos y persecuciones por motivos religiosos (algunas obras suyas se habían incluido en 1633 el Índice de libros prohibidos de la Iglesia católica; por cierto, ahí seguían en 1948)
Pero sobre todo uno, fue una afirmación, una frase cuando menos enigmática, que el por entonces embajador francés en Suecia, mandó grabar en la lápida del filósofo, lo que abonó el enigma:
Expió los ataques de sus rivales con la inocencia de su vida

Después, mucho después, el descubrimiento de una carta enviada a un médico holandés por parte del médico personal de la reina Cristina, en la que éste hacía una pormenorizada descripción de la enfermedad, los síntomas y la muerte de filósofo; especialmente los síntomas de los primeros días resultaban muy sospechosos, difícilmente compatibles con una pulmonía. Más bien, como acreditaron médicos contemporáneos mostraban otro tipo bien distinto de enfermedad: envenenamiento por arsénico.

Y un hombre, un jesuita, que comparte vivienda con Descartes…

Ésta que sigue parece ser la verdadera y autentica historia de LA MUERTE DE DESCARTES











Descartes era, en cambio, un hombre sereno y sabio; nunca emprendía un viaje sin reflexionar largamente acera de su conveniencia. Durante casi un año, de febrero a septiembre, había dudado acerca de si aceptar o no la invitación de Cristina de Suecia para desplazarse a la fría ciudad de Estocolmo, con el objeto de exponer ante la soberana, aún protestante por entonces, los principios de su filosofía. Finalmente se decidió a partir, cosa que hizo el 1 de septiembre de 1649. Ignoraba que mientras él se encaminaba hacia Suecia otro hombre había partido, de Roma en este caso, con el firme propósito de convertir a la reina: era el padre jesuita Viogué. La muerte de Descartes, acaecida en Estocolmo el 11 de febrero de 1650, fue atribuida durante siglos a una pulmonía causada por el duro invierno sueco. El mismo Viogué se encargó de dar la extremaunción al filósofo, que agonizaba en el edificio de la legación francesa. En una vertiginosa sucesión de acontecimientos, apenas unos meses más tarde, Cristina declaró su voluntad de abdicar; en agosto de ese año envió a Roma al jesuita Antonio Macedo para que informara de su voluntad de convertirse al catolicismo. Pocos repararon en el epitafio que, en mayo, Pierre Chanut había hecho colocar sobre la tumba de su amigo Descartes: “Expió los ataques de sus rivales con la pureza de su vida.” El documento revelador no saldría a la luz hasta tres siglos más tarde. En 1980, el historiador y médico alemán Eike Pies descubrió en Leiden, en el archivo de los manuscritos occidentales de la Rijksuniversiteit, una carta secreta dirigida a un antepasado suyo. La había escrito, pocas horas después de la muerte de Descartes, el holandés Johann Van Wullen a su colega Willem Pies, médico personal de Cristina. Lo hizo con gran astucia, escondiendo, tras informaciones ociosas y después de una aparente adhesión a la tesis oficial de la pulmonía, la noticia que quería hacer llegar por lo menos a la “libre” Holanda: Descartes había sido envenenado. Viogué -podemos concluir- había cumplido su misión.
L. CANFORA, Una profesión peligrosa. La vida cotidiana de los filósofos griegos

El filósofo, matemático y científico René Descartes, considerado el iniciador de la filosofía moderna, fue asesinado por un capellán conservador llamado François Viogué, con quien solía confesarse durante su estancia en Estocolmo. El método para envenenarlo fue tan simple como bañar con arsénico la oblea con la que iba a comulgar. Esa es la conclusión de la investigación llevada a cabo por el historiador Theodor Ebert en un ensayo que ha causado gran revuelo, tras su reciente publicación en París.La tesis de que Descartes murió de pulmonía fue desmentida por primera vez en 1980 por el especialista alemán Eike Pies, después de que éste hubiera hallado una carta escrita a un colega por el médico holandés Johan van Wullen, que trabajaba al servicio de la reina Cristina de Suecia, cuando esta contrató al filósofo francés para que la instruyera. La misiva fechada en 1650 revela los síntomas que tuvo durante los diez días anteriores a su muerte que en nada se parecen a los de una enfermedad respiratoria y sí a un envenenamiento. Primero tuvo sueño profundo y no comió, bebió, ni tomó ningún medicamento. Luego estuvo agitado, más tarde se quejó de mareo y de fiebre interna. Al octavo día incluso tuvo hipo y vómito negro. Finalmente, la respiración se volvió inestable y la mirada quedó extraviada, presagiando su muerte. Los patólogos a los que consultó el historiador no tuvieron dudas de que murió por intoxicación de arsénicoDescartes era un filósofo de fama, al que se enfrentaba el integrismo religioso, que consideraba sus teorías matemáticas y científicas como sospechosas de herejía, casi tan peligrosas como las de Galileo. Su aceptación de contribuir a la formación de la joven reina sueca, que deseaba convertir su corte en el centro de la cultura europea, fue su perdición. Alojado en la residencia del embajador francés, igual que el reaccionario capellán Viogué, este urdió un plan para matarlo, corroído de envidia por su posición de privilegio en palacio y por el odio intelectual a sus ideas. El embajador Chanut, que debió sospechar del clérigo, grabó en la lápida una enigmática inscripción: "Expió los ataques de sus rivales con la inocencia de su vida".Las desdichas de Descartes no terminaron ahí, como se deduce de que el cuerpo del filósofo descanse en la iglesia de Saint Germain-des-Près y la cabeza en el Museo del Hombre, igualmente de París. Un oficial de palacio sustrajo el cráneo, lo que se descubrió al trasladar sus restos, a los 16 años de su muerte. Un químico sueco cedió la calavera a Francia en el siglo XIX, pero no se la unió al cuerpo, sino que fue llevada al museo.El final de Descartes es propio de la mejor novela negra, incluido el epílogo del cadáver sin cabeza. Lo más previsible son los motivos del asesinato, porque los fanatismos resultan siempre los sospechosos habituales.

M. CAROL, Arsénico para Descartes, La Vanguardia 8/2/10


René Descartes, uno de los padres fundadores del racionalismo moderno, filósofo, matemático y científico, pudo morir asesinado, envenenado.
La tesis no es totalmente nueva, pero un profesor, filósofo y gran especialista en Sócrates, Platón, el pensamiento estoico y la historia de la filosofía,
Th. Ebert aporta información de nuevo cuño en un ensayo universitario que suscita cierta expectación en los medios filosóficos europeos.
En 1980, por vez primera, otro especialista alemán, Eike Pies, aportó las primeras revelaciones, que llegaban a esta primera conclusión: Descartes pudo morir por envenenamiento con arsénico. Treinta años más tarde, Ebert ha conseguido reconstruir la «novela negra» de aquel siniestro crimen.
Hacia 1649, Descartes estaba en el punto álgido de su fama continental, su gloria intelectual y su enfrentamiento con el integrismo religioso, que consideran sus teorías matemáticas y científicas como harto sospechosas de herejía, apenas menos peligrosas que las de Galileo. Ese año, la Reina Cristina de Suecia invitó a Descartes a su corte, como amigo y preceptor.
La tesis del profesor Ebert es que Descartes fue envenenado por el capellán Viogué, que lo habría dado una hostia bañada en un producto similar al arsénico
Una invitación envenenada. Descartes aceptó la invitación y se instaló, en Estocolmo, en la residencia personal del embajador de Francia, donde también residía un capellán muy conservador, François Viogué. Descartes solía confesarse y comulgar con cierta regularidad, antes de dirigirse a palacio, donde debía trabajar con la Reina, todos los días, a las 5 de la mañana.
Descartes sentía cierto horror por los matinales horarios de la Reina de Suecia. Pero, con frecuencia, solía comulgar un poco antes. La tesis del profesor Ebert es que Descartes fue envenenado por el capellán Viogué, que lo habría dado una hostia bañada en un producto similar al arsénico.
Ebert ha recurrido a la historia de las ideas, para mejor reconstruir el posible asesinato por envenenamiento de Descartes. Viogué fue un capellán ultra conservador, temeroso de la «nefasta influencia» que el filósofo y científico podía ejercer en la Reina de Suecia. A juicio de Ebert, Viogué compartía hacia Descartes el mismo odio intelectual que muchos otros integristas religiosos de su tiempo: el racionalismo y las tesis del filósofo chocaban con la teología oficial de la época.
A juicio de Theodor Ebert, el bien posible envenenamiento de Descartes fue, al mismo tiempo, un crimen político y una maquinación criminal, con fondo de grandes convulsiones intelectuales.

J. P. QUIÑONERO , ABC, 8/2/10





(el cuadro de arriba, P. L. Dumesnil, La corte de Cristina de Suecia)

Un texto más que conocido... una idea celebérrima



Así, a causa de que nuestros sentidos nos engañan algunas veces, quise suponer que no había ninguna cosa que fuera como las imágenes que ellos nos transmiten de esa cosa. Y como hay hombres que se equivocan al razonar, incluso en cuanto a las cuestiones más simples de la geometría y cometen en ellas razonamientos falsos, juzgando que yo estaba expuesto a equivocarme como cualquier otro, rechacé como falsas todas las razones que había tomado antes por demostradas. En fin, considerando que todos los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos nos pueden venir también cuando dormimos, sin que haya ninguno que, por tanto, sea verdadero, resolví fingir que todas las percepciones que hasta entonces habían entrado en mi mente no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. Pero enseguida me di cuenta de que, mientras quería pensar así que todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad pienso luego existo era tan firme y tan segura que hasta las más extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacer tambalear, juzgué que la podía recibir sin escrúpulo como el primer principio de la filosofía que buscaba.


R. DESCARTES, Discurso del método



En PARA SABER aún MÁS, dos capítulos de la obra.

7ª Etapa (4)

Vayamos concluyendo la investigación porque se acaba la etapa.


Repaso de lo que ya sabemos:


Ni nave ni estación orbital, ni espacial ni cosmonáutica. Un edificio anclado en la tierra.


En un radio de 35 kilómetros del IES


Mucha relación con un símbolo: un círculo y dentro de él, un triángulo equilátero.


Un lugar en la encrucijada de dos ríos, muy nuestros, muy manchueleros.




Y dos nuevas orientaciones, las dos últimas pistas:




1) En la foto origen de la búsqueda, la oscuridad, la noche preside la escena. Y sin embargo, lo buscado está mucho más relacionado con el día, la luz... y sobre todo con el sol.




2) Para ayudar a localizar el lugar, una foto más:







Fin plazo etapa:


miércoles, 1 febrero, 20:00 horas

Érase una vez la Deudocracia

La caverna


Todo marchaba como estaba planeado, impecable, sin fisuras. No se podía esperar menos de aquellos magníficos profesionales de la economía moderna, educados en las mejores escuelas de negocios. El experto ponente, con un puntero laser en mano, proyectaba una tras una imágenes que comentaba, insistiendo en cada una de ellas que las evidencias eran clarísimas. –Fíjense decía: «Las pantallas de cine reproducen basura idéntica en todos los idiomas; y la gente disfruta con tanta cultura disponible. En las gasolineras se compra pan, bollería y naranjas, todo a base de petróleo; y la gente dice que es comida, sana y más barata. Los estómagos humanos está colmados de glutamato, ansiolíticos, cafeína y prozac; y la gente dice que se sienten felices, que se saborean felices. El monte son pistas de esquí, la sabana reservas exclusivas para fotógrafos, las playas se privatizaron y la selva es un asilo de fieras enjauladas; y la gente paga contenta por contactar con la naturaleza».


Sentados alrededor de una ovalada mesa de junta directivas, entre risas y sarcasmos envueltos en humo de habano, aquellos hombres y mujeres de negocios seguían atentos las explicaciones. En un coro de unanimidad concluyeron: -Sí, ya tenemos a la gente completamente aborregada y sin capacidad de pensar. Es el momento del estrujón final.

Y así fue que fue que la plutocracia mundial reunida en aquella CAVERNA clandestina accionó la última fase de la mayor barbarie conocida, el estrangulamiento capitalista: Después de enriquecerse con los bienes naturales y públicos de los países del Sur, del Norte, del Este y del Oeste; después de explotar hasta la muerte a las y los trabajadores del mundo, especialmente las mujeres; después de ganar dinero especulando con todo, incluso con el hambre; después de inventarse burbujas hipotecarias o puntocom; y a punto de agotarse el enriquecimiento a base de canjear capitales financieros ficticios, observaron ingeniosos que la última fórmula para incrementar sus beneficios era acumular el dinero futuro, el que estaba por imprimir, robando lo que pertenecería a nietos y nietas: LA DEUDA.


Babeaban disfrutando con su jugada maestra. Porque la carambola era perfecta. Los países, naciones, pueblos o estados – ya sin gobiernos soberanos- aceptaban a pie juntillas cualquier instrucción que ellos emitieran. No habría ningún problema con las nuevas disposiciones
-Los bancos, ¡oh qué problema! están en bancarrota y eso es malísimo para la economía. Así que hay que inyectar todos los dineros públicos posibles para salvar sus resultados. Y sin dinero en sus arcas, les prestamos el nuestro que nos devolverán en eternos plazos a intereses de objeto de lujo.


La memoria


Y pasaba que pasaba todo así, como estaba mandado. O no. Se olvidaron de un detalle porque era invisible, no programable, ni robotizable: LA MEMORIA, un rincón en el cuerpo humano que está a salvo de la ciencia y sus experimentos.


Un almacén de frases sentidas; del viejo olor a sábanas de hilo; de la tabla de multiplicar y estribillos de Bob Dylan; de un paisaje recorrido de la mano de madre; y de los tropezones en el amor. Una alacena colectiva que mantiene en fresco -para que se conserve perfectamente- el recuerdo de aquellas luchas contracorriente de unos pocos seres humanos para conseguir la erradicación de la esclavitud. Para recuperar el principal derecho humano, la libertad. Un disco duro en red y sin contraseñas que guarda bien clasificadas todas las revoluciones de los desheredados del mundo por el reconocimiento del derecho de los pueblos a comer y vivir de su sus tierras, aguas y semillas. Una pinacoteca con los retratos en óleo de todas aquellas personas que hicieron posible el derecho al trabajo, a la autodeterminación de los pueblos, a la enseñanza y a la salud gratuita, a la vivienda, y por qué no, también los derechos de la PachaMama.


El Encuentro


Letrados de escuelas que quieren finiquitar, rodeados de niñas y niños con ansías y derecho por saber, hartas de acalorarse en barracones provisionales; inválidos por operaciones quirúrgicas aplazadas, en sillas de ruedas oxidadas que empujan enfermeros expedientados; compositores sin escenario para actuar, pregoneros sin fiestas que inaugurar y enamorados marchitos que no podrán bailar; ganaderas sin veterinarios públicos que les ayuden en las cesáreas; investigadores para un mundo mejor en paro; recolectores de otros países amontonados en viviendas que son muriendas; proscritos y sin papeles y sin derechos; jubilados reviejos sin pensión pública con la que salir a tomar el Sol; novatos en oficios de los que siempre serán aprendices; mutilados de guerras que otros hicieron -el único negocio que no dejarán quebrar- y enfurruñados llegados de países del Sur con gran experiencia deudora preguntándose incrédulos ¿quién debe a quién?,… todas y todos técnicos cualificados en el uso de la memoria, se reunirán los próximos 7 y 8 de octubre en Madrid.


A cara descubierta, sin caretas ni antifaces y con las manos bien apretadas. Con certeza inconfundible de lo que es y no es justo. Con la fuerza y el entusiasmo de las alegrías e indignaciones compartidas. Con la curiosidad y creatividad innatas, para declarar que: «Para devolver vida al mundo habrá que podar y desyerbar los palacios, las sedes bancarias y otros antros que ocultan el escondite secreto de la Caverna. Habrá que abonar la tierra con propuestas nuevas, sin olvidar simientes que siempre funcionaron para reverdecer el panorama. Habrá que regar y plantar cara. Porque lo que se planta y se cuida siempre da frutos».


G. DUCH GUILLOT



Blog del autor: PALABRE-ANDO

Érase una vez la Deudocracia es el prólogo del libro Vivir en deudocracia. En el enlace, de la editorial Icaria&Asaco, se puede ver la referencia e incluso descargarlo.

7ª Etapa (3)

Aclarado ya que no es ni una nave ni una estación espacial, que lo buscado es terrestre e inmóvil, y que no está a 10.000kilómetros, sino un poco más cerca, en un radio de 35 kilómetros, avanzamos con más orientaciones facilitadoras de la tarea investigadora.


Es decir, dos nuevas pistas:




1) Un símbolo:





2) Un área, una zona, una comarca: en la encrucijada de dos ríos: el Júcar por un lado, el Cabriel por otro.




MÁS PISTAS, las dos últimas de la etapa:
viernes 27, 16:30 horas

Gente con suerte

En ocasiones, lo inesperado se hace presente.
Llaman a nuestra puerta y...

¡¡¡ aparece la FILOSOFÍA !!!
Qué mejor visita puede tener un estudioso o un estudiante de filosofía.



Es lo que le pasó, según él mismo nos contó, a un filósofo, BOECIO.



Van unos testimonios de ese inesperado e insólito encuentro; unos testimonios gráficos, pictóricos que podemos aprovechar para ver de cerca, conocer, quedarnos con la cara de aquella que nos desvela con sus asignaturas.



Grabado del siglo XIII




Óleo de M. Preti





Decidamente, hay gente con suerte.


¿Boecio, afortunado, gente con suerte? Bueno; quizás no tanto. No por la visita, sino por las condiciones de esa visita.

Recortes en cantidad y en calidad

Recortar cerca de 3.000 millones de euros en educación, en los dos últimos presupuestos, ¿repercutirá en la calidad de la enseñanza?, ¿se podrá atajar el fracaso escolar con menos recursos y con un profesorado vapuleado y sin alicientes? Lo paradójico es que en algunas comunidades han aumentado el presupuesto destinado a la enseñanza concertada. Por supuesto, en los recortes no hay coherencia, se mezclan las políticas erráticas con la desconfianza hacia el sistema público y su profesorado (una presidenta autonómica pretende cerrar los centros de formación de profesores porque son "centros de adoctrinamiento"), y el resultado será un agravamiento del déficit educativo respecto de los países avanzados.

En los últimos años estábamos afrontando grandes retos: una vez escolarizada la población hasta los 16 años, había que impulsar la Formación Profesional -está entre 15 y 25 puntos por debajo de los países nórdicos y de la media de la OCDE-, la formación en idiomas, evitar la brecha tecnológica... La educación impacta de lleno en dos ámbitos de vital importancia: uno es la convivencia y la tolerancia; el otro, la economía productiva, sobre la que tiene una influencia evidente. Este problema puede desaparecer, ya que en los próximos 10 años 50.000 jóvenes bien preparados abandonarán el país.

Y es posible que esa fortaleza ganada en los últimos años pueda aguantar hasta un límite. Es verdad que, una vez alcanzado un determinado nivel, no hay una relación directa entre el aumento del gasto y el incremento de la calidad educativa, pero tampoco sabemos dónde está el límite para que empecemos a decrecer en la calidad. Si con los recortes educativos se traspasa esa línea roja, empezaremos a ir mal y todo lo construido durante años con mucho esfuerzo se irá al garete muy rápidamente.

Un 30% de fracaso escolar condena a muchos ciudadanos a la marginación. Es difícil entender cómo se combate recortando salarios, programas de formación de docentes, reduciendo interinos y sustitutos (que son aproximadamente un 22% del total), las becas, las actividades extraescolares, incrementando las horas lectivas y los ratios, etcétera. Algo se me escapa, quizá tenga que ver con la ausencia de una política coherente en educación. Pero ¿la educación no era lo más importante para un país?

Al evidente daño al sistema educativo hay que añadir el perjuicio que se causa a los sectores más desfavorecidos, ya que aumentará la pobreza económica y social, el desempleo y la marginación. ¿Y qué decir de la necesidad de compensar las desigualdades? El sistema educativo, al igual que el sanitario, es muy sensible, cuesta poco destruir lo que se ha edificado con tanto esfuerzo. El resultado de estos recortes, y esperemos que Europa quiera impedirlo, será un sistema educativo con altas cotas de ineficiencia, bajos niveles de rendimiento y un todavía más alto índice de fracaso escolar. ¿O es que todavía creen en los milagros?

F. IMBERNÓN, EL PAÍS 22/1/12
La reina CRISTINA de Suecia (1626 - 1689) decide en un momento dado de su reinado, convertir su corte en el centro del conocimiento y del arte de Europa. Para ello, a base de buenos dineros, se va rodeando de músicos y artistas reconocidos procedentes sobre todo de Alemania e Italia.




No obstante, necesita algo más para hacer de Suecia el centro del saber; necesita un filósofo, pero no uno cualquiera, sino más bien, el filósofo más conocido y reconocido, el más notable de la época. Y ese es el papel que, en un momento dado, tiene René DESCARTES.




Por aquel entonces, Descartes, siempre tan prudente, vive en la tolerante y tranquila Holanda, al abrigo de líos, polémicas y disputas. Sin embargo, ante la insistencia de la reina, que desea por encima de todo ser instruida directamente por él, en otoño de 1649, el filósofo hace las maletas y embarca rumbo a Suecia.




Al llegar, comienza con sus clases, pero al ser la reina muy madrugadora, éstas se inician de madrugada -para disgusto del filósofo, más amante de la cama y dormilón-, en medio de los fríos glaciares propios de aquellas latitudes.




Mal, muy mal, le sentaron a Descartes aquellos fríos -se hielan hasta los pensamientos de los hombres, parece que decía- , tan mal que cuatro meses después de su llegada, enferma y 10 días después, el 11 de febrero de 1650, moría.







¿Causa de la muerte? Según el diagnóstico oficial, muerte por pulmonía. Y no se vio extraña tal muerte ni tal causa.














Tumba de DESCARTES, en una capilla de la iglesia de Saint-Germain-des-Prés.



Con una inscripción:



A la memoria de Descartes, el más eminente por los méritos de su profunda doctrina y por la sutilidad de su ingenio, quien primero tras el Renacimiento en Europa reivindicó y defendió para los estudios de las Humanidades los derechos de la razón humana, dejando a salvo la fe cristiana. Ahora goza con la mirada de la verdad que él singularmente cultivó"






Ahí reposan definitivamente los restos de Descartes.


Bueno, todos los restos, el cadáver completo, no.


Pues la cabeza, el cráneo, ya separado del cuerpo, tuvo unos avatares un tanto insólitos, tan insólitos que llegó a Francia cerca de 200 años después del cuerpo.




Hoy el cráneo se encuentra en el Museo del Hombre de París




.






¿Qué hace el cráneo de Descartes teniendo una existencia tan propia, tan independiente? Ésa, desde luego es otra historia.

7ª Etapa (2)

Si buscamos una nave espacial o una estación espacial, tenemos que irnos al cosmos, al universo.

Y su inmensidad, parece hacer necesarias, o al menos convenientes, algunas orientaciones adicionales que faciliten la búsqueda. Algunas pistas, por tanto.

Van las dos primeras:


1) En realidad, no se mueve: luego no es una nave. Y lo que es peor, no es espacial. ¡¡¡ Una auténtica lástima!!!, desde luego, pero la estación espacial de la Manchuela no es ni una nave, ni una estación ni espacial, ni cosmonáutica, ni nada de eso.

Si os habíais hecho ilusiones de tener en nuestra estepa manchega objetos siderales, desechar esa ilusión engañosa.

Lo que buscamos es terrestre y además está anclado al suelo.




2) Pero eso sí; no todo era ficticio: La nave espacial de la Manchuela, en efecto ni es nave ni es espacial pero sí es y está en la Manchuela. Algo es algo, ¿no?

Luego, se puede ceñir un poco más la referencia kilométrica. Comenzábamos con un radio de 10.000 kilómetros, reduzcámoslo ahora, aproximémoslo a la realidad: lo que buscamos está en un radio de 35 kilómetros (es decir, un poco menos de la distancia dada originalmente) del IES.



MÁS PISTAS:
miércoles 25, 20:00 horas.

APRENDER DE LOS QUE SABEN

Lección 12

Fran, 4ª ESO
para 6ª etapa




Lo primero para poder conseguir un buen resultado en una etapa es: LA PACIENCIA. Sí, la paciencia. Yo os puedo decir que para esta etapa se necesitaba paciencia, porque era un poco complicado saber todo lo que se preguntaba; si el jefe te decía que estaba mal, tenías que pensar en que estabas muy cerca pero quedaba el último paso, y yo pensé eso.




Empecé a buscar las preguntas concretas y en mi primer intento conseguí acertar las preguntas 1,2,4,5,6,7. Después sabiendo que las anteriores las había acertado, busqué la posible solución a la 3, ya que estaban muy realcionadas, y la acerté. Posteriormente empecé a conseguir desvelar las demás y conseguí la 8,9,10 y 11, pero falleé en la 8, y continúe buscando, siempre con paciencia y usando el cerebro. Y gracias a mi paciencia conseguí acertar todas las demás preguntas. Pero me faltaba la pregunta reina: ¿CUÁL ES LA MEJOR ARMA DE PERSUASIÓN? , (Vaya pregunta puso el jefe). Para resolverla repasé todas las preguntas concretas, de la 1 a la 16, y entoncés entendí que una ayuda para conseguir saber cuál era la respuesta a la pregunta era contestar bien las demás preguntas que se nos indicaban, y la solución era desnudar a la mujer y realizar un raro estallido emocional, es decir, llorar.

7ª ETAPA

¿Verdad que después de una búsqueda como la de la etapa anterior, con tanto filósofo, tanto abogado, juicios, acusaciones por medio… apetece salir al exterior?
Se nos puede quedar cara de ratón de biblioteca si seguimos encerrados entre documentos, textos, libros, búsquedasenelgoogle

Sí; salgamos al exterior.
Pero ¿a qué exterior?
Al exterior – exterior, al espacio, al cosmos, al universo
Convirtámonos en caminantes del universo, aventureros del espacio, en COSMONAUTAS
Porque vamos a buscar una








ESTACIÓN ESPACIAL






La estación espacial de la Manchuela







A estas alturas a nadie extrañara (y no debería extrañar) que en la Manchuela también tengamos una nave espacial. Si tenemos un Faro (recordar la 2ª etapa) y un Puente de Ferrocarril por donde nunca ha pasado un tren (¿no se ha olvidado ya la 4ª etapa, verdad?), ¿no hemos de tener también una estación espacial?

Pues sí, y aquí mismo está la prueba.








La tarea: Identificar y localizar la nave espacial de la Manchuela; es decir, ¿qué es? y ¿dónde está?

¿Hay que encontrar la nave y presentar fotografía demostrativa?
Teniendo en cuenta que se trata de un objeto espacial, el radio de búsqueda puede llegar a los 10.000 kilómetros a contar desde la puerta misma del IES Río Júcar. Y además, el viaje bien pudiera durar semanas, meses, incluso años. Por ello, en esta ocasión no es obligatorio el viaje ni la fotografía demostrativa; pero si se desea –allá cada cual- se puede hacer y presentar, entonces, la foto demostrativa de haber encontrado la nave.

La pista: Pero bueno, ¿necesitamos pistas? ¿exploradores experimentados, aventureros veteranos reclaman pistas?
Ahora bien, advirtiendo que, en esta ocasión, el marco de la búsqueda es el espacio, el universo, y dada la inmensidad del mismo, sí parece conveniente ir ofreciendo algunas orientaciones adicionales.
Es decir, que sí, que habrá pistas. Y no solo una, sino varias. Eso sí, poco a poco.
Atentos al siguiente calendario:
· Domingo 22, 20:00 horas: dos primeras pistas
· Miércoles, 25, 20:00 horas: dos nuevas pistas
· Sábado, 28, 20:00 horas: dos últimas pistas

Plazo: desde ahora mismo, hasta miércoles, 1 de febrero, 20:00 horas

Puntuaciones:

1ª respuesta válida, 20 puntos
2ª respuesta válida, 15 puntos
3ª – 5ª respuestas válidas, 10 puntos
6ª – 10ª respuestas válidas, 8 puntos
Resto de respuestas válidas, 5 puntos

Ahora bien, cada respuesta válida obtendrá una puntuación añadida de 2 puntos por día que quede para concluir el plazo de presentación de respuestas.

10 puntos adicionales si se presentara fotografía demostrativa de localización de la nave espacial

La democracia como culpa

Las tijeras del moralista están afiladas. Su trabajo histórico ha consistido siempre en cortar las ideas, las alegrías y los pecados de los otros. Ahora se muestran también eficaces al recortar los derechos sociales y las inversiones públicas. Cualquier recortador necesita confundirse, si es que puede, con el papel del moralista. Intenta cortar por lo sano, ya sea en una falta contra la decencia o en un derecho cívico.



De todos los papeles que la crisis económica está repartiendo en la farsa de la política española, uno de los más dañinos para la democracia es el de los moralistas que justifican el desmantelamiento de los servicios públicos como una necesidad para acabar con el despilfarro. En vez de explicar las raíces profundas del declive, la construcción deficiente del Estado europeo y las estrategias de la economía especulativa, prefieren acomodarse en su sentido atávico de la penitencia: ustedes deben pasarlo mal ahora, porque durante años han vivido en pecado y por encima de sus posibilidades. Hay moralistas que se lo creen de verdad, por su educación cristiana, forjada entre los excesos del carnaval y el ayuno de la cuaresma. Otros moralistas son simples estrategas políticos que venden la aplicación de su avaricia neoliberal como si fuesen opciones para crear empleo, combatir la corrupción y acabar con el despilfarro.



La generación de este sentimiento de culpa ha calado con facilidad en España. No resulta complicado entenderlo. Además de la hipocresía que los partidos políticos han mantenido ante la corrupción de algunos de sus cargos públicos y sus aparatos, ocurre que en la memoria de nuestra sociedad queda muy cercana la pobreza. No hace falta ser un anciano venerable para recordar escenas de miseria. Los españoles que rondan la cincuentena conocieron en su infancia y su adolescencia un país humillado. Basta con repasar el blanco y negro o el primer color chillón de las fotografías colectivas.



Una imagen nos habla de los trajes de domingo que salían un martes o un miércoles del armario de los pueblos para subirse en un autobús y viajar durante horas por carreteras intransitables hacia la capital. Allí los esperaba la consulta de un médico, o la cola interminable delante de una ventanilla mal atendida, o la penumbra de una comisaría, o la caridad de un conocido con dinero o el desamparo de una sociedad sin derechos.



Otras muchas imágenes nos hablan, por ejemplo, de niños sin escolarizar, de jóvenes trabajando en una casa o un negocio por la comida y una propina, y de mujeres con pañuelos negros sentadas en una silla, sin dentadura, casi apartadas de la vida a los 60 años. También hay imágenes que recuerdan los sacrificios de los padres que renunciaban a sus caprichos para que el hijo mayor, que no había podido conseguir la beca, estudiara en la universidad. Imágenes de muchas bocas abiertas cuando empezaron a llegar los turistas, los veranos de las suecas, y cuando el televisor nos enseñó cómo se vivía en Francia o Alemania. La piel maltratada de un campesino andaluz pertenece, como los trenes sucios, el pañuelo del emigrante o los bañadores heredados del servicio militar, a la miseria que yo vi en mi infancia.



Después llegó la democracia. Como vivíamos en Europa, la democracia no significó sólo votar cada cuatro años. La democracia vino también con hospitales comarcales, carreteras decentes, trenes modernos, ventanillas atendidas, becas generalizadas, educación de adultos, viajes por España y el mundo, policías respetuosos, rostros no cuarteados por el sol, contratos laborales dignos y mala conciencia ante las desigualdades económicas o de género. No se llegó nunca a la media europea, pero se avanzó mucho.



Todas las mejoras que conocimos bajo la democracia se convierten ahora en despilfarro. Y la gente nacida en la miseria asume el sentimiento de culpa, confiesa su propensión al derroche y acepta el sacrificio por haberse creído con derecho a los servicios públicos y la dignidad laboral. Los moralistas de la crisis recortan así con sus tijeras la dimensión de las palabras política y democracia. En su significado cabe el voto, la corrupción, el sectarismo y la mentira, pero queda excluida la posibilidad de dignificar la vida de los ciudadanos.




L. GARCIA MONTERO, La democracia como culpa


PÚBLICO, 15/I/12

APRENDER DE LOS QUE SABEN

LECCIÓN 11

Víctor, 4º E.S.O.
para 4ª Etapa

Al ver la foto del puente supe que estaba relacionado con la construcción de una vía de ferrocaril
Empezé a investigar por internet y encontré una página llamada Amigos del Ferrocaril, que trataba sobre las antiguas vías de ferrocaril de España
Luego vi algunas fotos de esas vías y había una de ellas que coincidía con las indicaciones que nos habían dado
Fui a ese punto exacto y encontré dos puentes, unos de ellos idéntico a el de la foto
Así es como encontré la solución de la 4ª Etapa

Un saludo a todos

Lo que arrastra el viento. Invierno: ESPERANDO LOS FRÍOS

OBRAS MAESTRAS. Imprescindibles.




De una etapa del concurso.
Dos obras maestras bien distintas pero igualmente imprescindibles.




J.L. GEROME, Friné ante el Aeropago (1861)





NOTA: para poder ver la obra más de cerca, fijarse en el cuaderno de notas del jefe




TESTIGO DE CARGO





1957


Dirección: B. Wilder


Actores: Tyrone Power, Charles Laugthon, Marlene Dietrich...


basada en una obra teatral de Agatha Christie




Un armazón argumental imbatible escrito para el teatro por Agatha Christie y una descripción de personajes cálida e ingeniosa a cargo de Billy Wilder alumbraron en 1958 Testigo de cargo (Witness for the prosecution), un clásico del cine de suspense con la genialidad de un maestro de la comedia. (De una crítica de la película)




Solo un aspecto más a destacar: al comienzo de la película se nos aconseja, más aún, se nos ruega no desvelar a nadie que no la haya visto el final de la misma. Hagámosle caso al ruego y, sobre todo, disfrutemos del colosal Laugthon.

6ª Etapa. La mejor arma de persuasión. SOLUCIÓN

Repasemos primero el texto completo de la prueba, resolviendo las cuestiones que allí aparecen:


El primer camino, el que nos conduce hacia la primera mujer, comienza con un filósofo (ANAXÁGORAS de Clazomene) que también tuvo, por su parte, sus problemas legales, nada menos que por decir que la luna y el sol eran bolas enormes de metal, y no seres divinos, y tuvo que poner pies en polvorosa para evitar males mayores.
No obstante, parece ser que la auténtica causa de esos problemas fue la relación que este filósofo tenía con un político (PERICLES), importante, fundamental en esa época; una relación primero de maestro-discípulo y que finalmente llegó a ser de profunda amistad.
Este político, - que además de político es un gran orador, dejó una frase muy enigmática que siempre ha llamado profundamente la atención por el desconcierto que entraña: por todas partes hemos dejado monumentos, para bien o para mal, imperecederos detrás nuestro (ORACIÓN FÚNEBRE, Pericles)
Y quizás como todos los políticos importantes, es amado y odiado con la misma desmesura; por un lado ciertamente marca su época y no solo la suya (hay quien dice que incluso en parte también la nuestra), pero por otro lado tiene que afrontar graves y profundos conflictos, que no solo le afectan a él sino igualmente a todos cuantos le rodean. Sus amigos son asimismo acosados, perseguidos; no solo el filósofo mencionado arriba sino además un escultor (FIDIAS), probablemente el mejor de la época y uno de los creadores fundamentales de toda la historia humana, responsable de algunos grupos escultóricos que acompañan a una (PARTENÓN, aunque también pueden valer otras) de las siete maravillas del mundo
Y en este contexto de persecución y odio a todo lo relacionado con ese político, llegamos a la mujer, a nuestra primera mujer (ASPASIA), que mantuvo una muy íntima pero también polémica y, para muchos, escandalosa relación con él, que, no obstante y a pesar de todas las adversidades, se mantuvo hasta la muerte de éste.
Acusada por un poeta y cómico (HERMIPO) - ni los poetas ni los cómicos son siempre de fiar, desde luego- fue llevada a juicio. Y como estaba en juego su vida, ¿a quién acudir mejor, para su defensa, que a aquél que pasaba por ser el personaje más importante de la época? El político referido, naturalmente. Él actuó de abogado defensor.

El segundo camino que tiene que llevarnos hacia la segunda mujer, comienza asimismo en otro filósofo (JENÓCRATES de Calcedonia), señalado especialmente por la austeridad y probidad de sus costumbres.
Este filósofo había sido discípulo de otro filósofo (PLATÓN), especialmente interesado por las matemáticas y fundador de una escuela (la ACADEMIA) de filosofía muy célebre en su tiempo y mucho más posteriormente, siendo el sucesor del sucesor del fundador en la dirección de esa institución educativa. Curiosamente a estos dos filósofos, al maestro y al discípulo, les ocurrió la misma desventura en su vida (fueron apresados y vendidos como ESCLAVOS), de la que consiguieron salir no sin dificultades.
Era tal la frugalidad, pureza y ascetismo del filósofo que algunos incrédulos de semejante rectitud quisieron ponerlo a prueba, someterlo a una tentación (SER SEDUCIDO) que creyeron irresistible; y en esa tentación entra en juego la segunda mujer, nuestra segunda mujer (FRINÉ), que parece que colaboró con cierta insana satisfacción en la prueba, y de la que, por cierto, salió bastante frustrada.
Esta mujer, nuestra segunda mujer, estuvo durante mucho tiempo muy relacionada, íntima y tormentosamente relacionada con un escultor (PRAXÍTELES), otro escultor. Y fue este escultor el que, cuando se hizo pública la acusación, buscó al mejor abogado (HIPÉRIDES) del momento para la defensa de la mujer.




Aparecen de este modo identificadas las dos mujeres que buscábamos: ASPASIA y FRINÉ

Y es entonces cuando se puede resolver la tarea principal de la etapa: LA MEJOR ARMA DE PERSUASIÓN.


Escuchemos, leamos, a los que nos informan de primera mano de esos dos juicios y de las dos tácticas de esos grandes abogados:


PLUTARCO, Vidas paralelas:

Aspasia fue acusada del crimen de irreligión, siendo el poeta cómico Hermipo quien la perseguía (…) Diopites hizo también decreto para que denunciase a los que no creían en las cosas divinas, o hablaban en su enseñanza de los fenómenos celestes; en lo que, a causa de Anaxágoras, se procuraba sembrar sospechas contra Pericles (…) Por Aspasia intercedió (Pericles), y en el juicio, como dice Esquines, vertió por ella muchas lágrimas, haciendo súplicas a los jueces; pero temiendo por Anaxágoras, con tiempo le hizo salir y alejarse de la ciudad



Quinto Fabio QUINTILIANO, Instituciones oratorias:


Friné fue absuelta por sus jueces. no tanto por la defensa de Hiperides, aunque fue admirable, sino por la contemplación de su hermosísimo cuerpo, ofrecida mostrándose desnuda al quitarse la tánica (en pleno proceso), en la creencia de librarse del peligro





Dos mujeres que merecen figurar sin duda alguna en nuestro apartado de GENTE A LA QUE HAY QUE CONOCER. Y que algún día aparecerán. Seguro. Comprometidos quedamos pues.

De momento nos quedaremos con una OBRA MAESTRA en la que aparece una de ellas.


¡Ah! ¿y el tercer abogado? Por supuesto, el colosal e inmenso actor Charles LAUGTHON, y una película que también se incorpora a esa obra maestra referida antes.




PRÓXIMA ETAPA: viernes, 20 enero;


16:30 horas

6ª ETAPA

Un paseo… pero, en esta ocasión ni urbano ni campestre… un paseo intelectual, de biblioteca.







VIDAS PARALELAS




Dos mujeres.
Dos vidas llenas de aventuras.
Una inmensa admiración que despiertan alrededor, pero también, y precisamente por eso mismo, envidias, celos, odio… el rechazo y la maledicencia de una buena parte de la sociedad en la que viven,
La denigración que las persigue se concreta finalmente en una misma acusación dirigida hacia ellas,
Y la acusación, en ambos casos concluye judicialmente,
y además con la misma petición de pena, la pena capital
Luego, lo que está en juego es la vida de ambas mujeres.
Y las dos acusaciones conducen a dos juicios.
Dos juicios en los que esas dos mujeres tienen que luchar por sus salvar sus vidas.
Y si hay dos juicios, tiene que haber dos abogados,
Y desde luego que los hay, dos abogados; y en los dos casos la relación que se entabla es más, mucho más que la mera relación entre abogado y cliente,
Y cuando hay un juicio, y se trata de encontrar a un abogado, lo mejor es contratar al mejor.
Y el mejor abogado es el más elocuente, el más persuasivo, el más diestro con la retórica y la argumentación, el mejor orador,
Pero, a veces, para ganar un litigio, y más cuando está en juego la vida de una persona alrededor de la cual se despierta tanto resentimiento y encono, no basta con la palabra, con el argumento, con la retórica jurídica…
Y entonces, cuando esto ocurre, cuando no basta la palabra como arma de defensa, ¿qué hacer?

Y en medio de todo este galimatías, unos cuantos filósofos.
¿Qué se creían ustedes, que la filosofía no iba a introducir su patita por aquí?

Pero vayamos con orden y por partes.
Dos mujeres y por tanto dos caminos.

El primer camino, el que nos conduce hacia la primera mujer, comienza con un filósofo (1) que también tuvo, por su parte, sus problemas legales, nada menos que por decir que la luna y el sol eran bolas enormes de metal, y no seres divinos, y tuvo que poner pies en polvorosa para evitar males mayores.
No obstante, parece ser que la auténtica causa de esos problemas fue la relación que este filósofo tenía con un político (2), importante, fundamental en esa época; una relación primero de maestro-discípulo y que finalmente llegó a ser de profunda amistad.
Este político, - que además de político es un gran orador, dejó una frase muy enigmática que siempre ha llamado profundamente la atención por el desconcierto que entraña: por todas partes hemos dejado monumentos, para bien o para mal, imperecederos detrás nuestro (3)
Y quizás como todos los políticos importantes, es amado y odiado con la misma desmesura; por un lado ciertamente marca su época y no solo la suya (hay quien dice que incluso en parte también la nuestra), pero por otro lado tiene que afrontar graves y profundos conflictos, que no solo le afectan a él sino igualmente a todos cuantos le rodean. Sus amigos son asimismo acosados, perseguidos; no solo el filósofo mencionado arriba sino además un escultor (4), probablemente el mejor de la época y uno de los creadores fundamentales de toda la historia humana, responsable de algunos grupos escultóricos que acompañan a una (5) de las siete maravillas del mundo
Y en este contexto de persecución y odio a todo lo relacionado con ese político, llegamos a la mujer, a nuestra primera mujer (6), que mantuvo una muy íntima pero también polémica y, para muchos, escandalosa relación con él, que, no obstante y a pesar de todas las adversidades, se mantuvo hasta la muerte de éste.
Acusada por un poeta y cómico (7) - ni los poetas ni los cómicos son siempre de fiar, desde luego- fue llevada a juicio. Y como estaba en juego su vida, ¿a quién acudir mejor, para su defensa, que a aquél que pasaba por ser el personaje más importante de la época? El político referido, naturalmente. Él actuó de abogado defensor.

El segundo camino que tiene que llevarnos hacia la segunda mujer, comienza asimismo en otro filósofo (8), señalado especialmente por la austeridad y probidad de sus costumbres.
Este filósofo había sido discípulo de otro filósofo (9), especialmente interesado por las matemáticas y fundador de una escuela (10) de filosofía muy célebre en su tiempo y mucho más posteriormente, siendo el sucesor del sucesor del fundador en la dirección de esa institución educativa. Curiosamente a estos dos filósofos, al maestro y al discípulo, les ocurrió la misma desventura en su vida (11), de la que consiguieron salir no sin dificultades.
Era tal la frugalidad, pureza y ascetismo del filósofo que algunos incrédulos de semejante rectitud quisieron ponerlo a prueba, someterlo a una tentación (12) que creyeron irresistible; y en esa tentación entra en juego la segunda mujer, nuestra segunda mujer (13), que parece que colaboró con cierta insana satisfacción en la prueba, y de la que, por cierto, salió bastante frustrada.
Esta mujer, nuestra segunda mujer, estuvo durante mucho tiempo muy relacionada, íntima y tormentosamente relacionada con un escultor (14), otro escultor. Y fue este escultor el que, cuando se hizo pública la acusación, buscó al mejor abogado (15) del momento para la defensa de la mujer.





Pues bien, ya tenemos situadas a las dos mujeres; ya las tenemos en el juicio, delante del tribunal; ya tenemos a los dos grandes abogados ejerciendo la defensa, utilizando todos sus recursos retóricos…
Recuperamos entonces la pregunta que aparecía antes: cuando la palabra, la erudición, la elocuencia, la oratoria no es suficiente, ¿qué hacer?
No queda más remedio que utilizar otras técnicas, otras argucias, otras armas. Pero ¿cuáles?






LA MEJOR ARMA DE PERSUASIÓN.





La tarea: Responder a la cuestión principal: ¿CUÁL ES LA MEJOR ARMA DE PERSUASIÓN?
Pero asimismo resolver las cuestiones concretas que debidamente numeradas aparecen en la exposición. (incluida, por supuesto, la de más abajo)
La pista: Demasiados datos hay ya como para necesitar más pistas.
Plazo: desde ahora mismo, hasta sábado 14 enero, 14:00 horas
Puntuaciones:
Cuestión principal:
1ª respuesta válida, 20 puntos
2ª respuesta válida, 15 puntos
3ª – 5ª respuestas válidas, 10 puntos
6ª – 10ª respuestas válidas, 8 puntos
Resto de respuestas válidas, 5 puntos

Cuestiones auxiliares:
2 puntos por identificación válida.

Aunque, puesto que hemos estado con abogados, si se trata de abogados, yo elegiría sin ninguna duda a éste (16)

5ª etapa. Escenas de una ciudad: SOLUCIÓN

Escenas de una ciudad SOLUCIÓN










PRÓXIMA ETAPA:


con la reanudación del curso;


lunes, 9 enero, 8:00 horas



Abu Ghraib


Las tempestades, quizás nadie pueda detenerlas, pero alguien tiene que avisar de ellas, prevenirnos de que llegan, alertar de la desolación que provocan, vigilarlas. Alguien tiene que permanecer despierto cuando todos están dormidos (de EL LIBRO DE VISITAS) .





¿HASTA DÓNDE PUEDE LLEGAR EL SER HUMANO?





En abril de 2004, el mundo conoció el horror que se perpetraba en la prisión de Abu Ghraib, cerca de Bagdad, donde soldados estadounidenses torturaron y mataron a los prisioneros iraquíes. Aquellas imágenes impactaron a Fernando Botero (Medellín, 1932), un artista que ya se había asomado al infierno de la violencia en obras sobre los conflictos armados en Colombia. Unos meses más tarde, en un vuelo transoceánico, Botero comenzó a esbozar "lo que imaginaba que pasaba allí". Lo hizo "como envenenado", dominado por "una ira profunda", y, desde sus entrañas, salió una serie de 24 pinturas y 22 dibujos que forman la serie Abu Ghraib, una obra sobre "la hipocresía de un país que alardea de ser el modelo del respeto a los derechos humanos en todo el mundo". (EL PAÍS, mayo 2008)



























Fragmento de la conversación entre Fernando Botero y el poeta Robert Haas en el estreno de “Botero: Abu Ghraib” el 29 de enero de 2007 en la Universidad de California en Berkeley.

Robert Haas: Una de las cosas más impresionantes de las pinturas es que, con pocas excepciones, no se ve a los perpetradores de la violencia. Se centran en las víctimas. A lo mucho, lo que se ve de los torturadores son las manos —los guantes— y las botas.
Fernando Botero: Una de las cosas que más me impactó de las fotos que vimos es que se ponían guantes verdes para tocar a los prisioneros. Para mí esa fue una enorme humillación. Eso me impactó profundamente, las manos en guantes verdes tocando al preso. Me pareció más impactante darles todo el espacio a las víctimas y solo mostrar los guantes tocando a los presos. Si hubiera tenido que compartir el espacio, no hubiera tenido tanto impacto. Pero mostrar a la víctima y la mano o la víctima y la bota, para mí eso era más impactante. Quería enfocarme en la víctima.

Robert Haas: Cuando mi esposa estaba viendo una pintura, señaló que al fondo de uno de los lienzos claustrofóbicos se ve una pequeña ventana alumbrada al final de un pasillo, y me di cuenta que ese era un pequeño símbolo de esperanza.
Fernando Botero: Efectivamente. Para contrastar con los colores oscuros, el verde oscuro y el rojo oscuro de la sangre, en cada pintura puse una pequeña ventana blanca que traza el contraste entre la luz de afuera, la esperanza, y la tortura dentro de la prisión. Para crear ese contraste, puse una ventanilla en cada pintura.

Robert Haas: Unas pinturas tienen una dimensión casi bíblica.
Fernando Botero: Me impresionó la nobleza de algunas de las personas de las fotos. Muchos eran ancianos barbudos que parecían profetas de la Biblia. Se dejaban crecer la barba por sus creencias religiosas, se sentían orgullosos de su religión, y esas personas estaban en manos de adolescentes que no sabían nada de su religión, que les faltaban al respeto y los llamaban “cabezas de trapo”. Eso fue un horror. No respetaban a esos ancianos. Por eso es que en algunas pinturas los pinté como si fueran profetas, para demostrar que son personas de profunda dignidad, a quienes unos ignorantes trataban de una manera terrible. Naturalmente, esos soldados eran pobres que no tienen ningún conocimiento de lo que no es americano, pero para mí fue importante devolverles la dignidad a las víctimas



Más obras en:



http://amnistiacatalunya.org/edu/3/botero/index.html
http://www.infoartedigital.com/arte/index.php?option=com_content&task=view&id=30&Itemid=27







FORGES, El País, 4/1/2012